La UD Melilla no perdía en el Municipal desde el mes de enero. Javi Pérez da el triunfo al conjunto de Almendralejo, que abandona el farolillo rojo del Grupo IV y deja a los melillenses sin poder entrar en playoffs.
El Álvarez Claro dejó de ser un feudo inexpugnable desde que hace diez meses la UD Melilla cayera frente al Algeciras en el partido que servía de presentación de Carlos Granero como entrenador azulino. El Extremadura UD, que visitaba el coso norteafricano como farolillo rojo del Grupo, supo contener con sus armas al equipo melillense para aprovechar uno de sus escasos acercamientos al área y llevarse tres importantes puntos que constituyen un auténtico balón de oxígeno para el conjunto azulgrana (ayer de blanco y azul) y que dejan a la escuadra unionista en la sexta plaza de la clasificación, muy cerca de los puestos de playoff a los que hubiera accedido de conseguir el triunfo.
En esta ocasión la UD Melilla, lejos de su mejor momento de juego, no tuvo la suerte de los dos partidos precedentes en los que había sido capaz de sumar los seis puntos en juego. Ahora toca pasar página y centrarse en la difícil visita que este domingo tendrá que afrontar en un complicado campo como el Romera Cuerda ante un rival que también aspira a formar parte del pelotón de cabeza.
La primera mitad apenas tuvo historia. La Unión Deportiva llevó la iniciativa en el juego aunque con poca profundidad y escasas ocasiones de verdadero peligro. Faltó fluidez en la circulación del balón ante un Extremadura acuciado por la necesidad de puntuar, que demostró su situación en la tabla clasificatoria del grupo IV de la Segunda División B.
Los azulinos fueron los primeros en probar fortuna de cara a portería con un centro chut a pie cambiado de Sufian que se marchó muy cerca del palo izquierdo del portal defendido por Saavedra. Hubo que esperar hasta el ecuador del primer acto para ver el segundo disparo a puerta del choque en una buena acción individual de Diego Cascón al controlar en el borde del área y conectar un disparo que se marchó lamiendo la base del palo derecho de la portería extremeña. Los azulinos seguían teniendo más presencia en terreno adversario y Rubén Sánchez estuvo cerca del gol al robar una pelota dentro del área, pero su disparo algo escorado y cruzado se marchaba desviado.
A partir de ahí sería el equipo extremeño el que se acercaría con cierto peligro al área local. Así, a falta de cinco minutos para el intermedio, David Agudo se marchaba por la banda izquierda y servía una pelota en inmejorables condiciones sobre Willy, que conectaba un disparo potente y centrado al que Dani Barrio respondía con acierto evitando el gol. Y en la última acción antes del descanso Fall lo intentaba desde la frontal con un disparo que se marchaba fuera por poco.
Segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios el Extremadura salía con una marcha más y Javi Pérez intentaba sorprender desde casi la zona del banquillo local a un adelantado Barrio, pero el cuero se marchó fuera por muy poco. La insistencia visitante iba a tener el premio buscado poco después en una buena acción ofensiva de los azulgranas en la que Javi Pérez se plantaba ante Dani Barrio al que batía con tranquilidad de disparo con la zurda para poner por delante a su equipo en el electrónico cuando todavía quedaba algo más de media hora de partido. Los visitantes pudieron hacer más daño apenas cinco minutos después pero el disparo de Willy dentro del área lo atajaba sin problemas el meta azulino. El Melilla comenzó entonces a estirar líneas y una subida de Pepe por la banda derecha acabó con un centro medido del canterano al área donde apareció Diego Cascón para conectar un testarazo que se marchó fuera por muy poco.
Quedaba tiempo para intentar al menos igualar la contienda, pero el conjunto unionista jugó el último tramo del choque más con el corazón que con la cabeza frente a un equipo que creyó en sus posibilidades y que pudo aumentar las diferencias en un rápido contraataque que concluyó con un disparo flojo de José Manuel tras recibir un pase de Javi Pérez, el mejor jugador sobre el terreno de juego en la noche de ayer.